Por no olvidar...
Y el café suelta su aroma, qué haría yo por retenerlo en mi taza, en la mesa. Y tu conversación intensa qué haría yo por no olvidarla... Sentarme y bebérmela en pequeños, lentos sorbos.
Espacio para contar las miradas posibles que tenemos sobre un cuerpo que es sangre, agua y tierra. Leer entre nosotras la poesía del agua y las tintas doradas de la piel.